La relación puede ser muy intensa y feliz.
Forman una buena pareja y a ambos les interesa mantenerla.
Juntos podrán explorar el mundo y conseguir lo que se propongan.
Ganarán dinero y crearán sólidos proyectos para los demás.
El dragón hará fortuna y la rata la ahorrará.
La rata aportará la astucia y el dragón su poderío.
Ella adoptará las grandes ideas que tenga él y las convertirá en realidad.
La rata siempre tendrá secretos pero no dañará la relación, y el dragón deberá aprender a confiar en ella sin cuestionar sus silencios.
La relación funcionará mejor si es el dragón quien dirige. Lo hará con lealtad y optimismo y la rata le seguirá hasta el fin del mundo.
No obstante, en ocasiones la rata intentará recuperar el control para gobernar a su antojo.
Comparten el amor por la vida social, aunque la rata nunca intentará eclipsar a su querido dragón.
Aunque a los dos les gusta la variedad sentimental, cuando se unen dan prioridad a la seguridad emocional y su pareja siempre está en primer lugar.
Sin embargo ambos aceptan y respetan que el otro pueda fijarse (sólo fijarse) en otras personas.
Si quieren mantener la armonía, la rata deberá tener cuidado para no romper el hechizo porque si esto ocurre la relación se deteriorará y difícilmente podrán recomponerla.
Y el dragón por su parte deberá bajar de las nubes cuando sienta que su rata necesita un compañero con los pies en la tierra para ayudarle a llevar la vida diaria.